Una vez más, el salar más grande del mundo, el de Uyuni en Bolivia, nos recibió con su grandeza, su paisaje infinito, en donde la mirada se pierde en un inmenso mar de sal.

En ese "mar de sal", pudimos visitar la Isla Incahuasi, una elevación sobre el Salar, reserva de cardones y la fauna local, que permiten una perpectiva única del Salar.

Pero no todo es sal. El Salar de Uyuni está rodeado de antigüos pueblos costeros, algunos datan del siglo IX, que esconden tradiciones y tesoros poco conocidos.

Cuevas, como la de Chiquini, una extraña formación con diversidad de espeleotemas que visitamos por dentro y las impresionantes momias de Coqueza. Cuerpos momificados, testigos de varios siglos.

Otras vez, gracias a nuestros clientes, que confiaron en una propuesta diferente.